Alguién volvió a prender el swiche del invierno. Ibamos bien encaminados al verano, con unos días preciosos de manga corta y guantes ausentes pero hoy, el clima se echó para atrás de nuevo.
Hay un virus paseando por el colegio y me está haciendo ojitos. Hoy, con el día tan feo y gris y lluvioso, casi caí con cansancio acumulado. Para combatir los piropos falsos del virus de ñoña ese, me vine temprano para mi casa. Llegué directo a prepararme una sopa. Me quedó rica, y, aunque no me va a quitar el gripón que se avecina, me llenó los huequitos melancólicos que se me estaban formando.
Crema de vegetales
- un manojo de cebollín
- dos ajos medianos, pelados y en trocitos
- 1-2 cdtas de mantequilla
- 2 papas medianas peladas y en trocitos (mejor aún, 6 papas pequeñitas de primavera)
- una taza de auyama picadita
- 4 tazas de caldo de pollo - me gusta más con caldo hecho en casa de vegetales o de res, pero sí lo que hay es caldo de pollo, ni modo, hoy quedó bien
2. Se sofrien el cebollín y el ajo hasta marchitar.
3. Se agrega las papas y la auyama, y se revuelve bien para cubrir con mantequilla.
4. Se agrega el caldo.
5. Se deja a fuego mediano, invocando los dioses de la cocina y se va a dedicarse de los hijos.
6. Después de 15 minutos, o cuando se haya ablandado los vegetales (mientras más pequeños los trocitos en que se cortaron al principio mas corta será la espera), se deja reposar unos 10 minutos para enfriar levemente.
7. Se cuelan los vegetales, reservando el líquido, y se colocan en el vaso de una licuadora.
8. Se agrega suficiente líquido para licuar los vegetales a la consistencia de crema.
9. Se vierte en tazas bonitas.
10. Tómese para consolar el alma en días nublados. Compartir con una hija linda y preciosa, que dicta el veredicto perfecto "la shopa rica, mami."